Hacia un buen comienzo de la vida: Amamantar es mucho más que alimentar
Presentación
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El ser humano es un mamífero y, como tal, la mujer posee una fisiología y una anatomía que se relacionan con el dar de mamar. En los mamíferos, la vida del recién nacido depende de la capacidad de su madre para amamantarlo, siendo la lactancia esencial para completar el proceso de la reproducción y asegurar la sobrevivencia de la especie. El ser humano es la única especie que ha intentado reemplazar esta función determinando como consecuencia un mayor riesgo del niño de enfermar y morir.
Tradicionalmente, el aprendizaje del amamantamiento se transmitía por la mujeres de la familia a través de las generaciones como una función o fenómeno biológico natural. En las sociedades modernas, con la urbanización, las familias nucleares, el trabajo de la mujer fuera del hogar y la atención de los partos en los hospitales, la práctica de la lactancia se hace más difícil. Por esto en la actualidad se desarrollan programas e iniciativas a nivel mundial tendientes a fomentar y apoyar la lactancia.
¿Por qué apoyar la lactancia y recuperar esa capacidad perdida de amamantar?
La lactancia natural proporciona beneficios tanto a la madre y al niño, así como también, a toda la sociedad. Existen ventajas nutricionales, inmunológicas, económicas e importantes beneficios en el desarrollo psicosocial del niño.